Que encontraras en este articulo:
Una importante lección de vida
A veces tenemos todo y queremos más y más cada día. A veces no nos gusta cuánto y tan bien tenemos. Y cuando la vida nos muestra que somos ingratos, nos está dando una gran lección.
Deberíamos estar agradecidos por quiénes somos, qué tenemos y las oportunidades que surgen. Y no te quedes con lo que pudo o pudo haber sido. ¡Digamos gracias y no nos quejemos!
Una gran lección de vida
En un pueblo pequeño vivía un hombre que nunca se enojaba ni discutía con nadie. Vivía en una modesta pensión, donde era querido y admirado por todos, precisamente porque siempre encontraba una forma cordial de aburrirse con la gente.
Para ponerlo a prueba, un día sus amigos acordaron establecer una situación que seguramente provocaría irritación. Lo invitaron a cenar y se ocuparon de los detalles con la camarera, quien se encargaría de asistir a la mesa reservada para la ocasión. Tan pronto como comenzó la cena, como entrante, se sirvió una sabrosa sopa. La camarera se acercó al hombre por la izquierda, y él rápidamente llevó su plato a ese lado para facilitar la tarea. Pero ella sirvió a todos los demás, y cuando fue su turno, se fue a otra mesa.
En silencio y en silencio esperó a que la niña regresara. Cuando ella se acercó, ahora a la derecha, para recoger el plato, él la condujo nuevamente hacia el empleado, quien nuevamente se volvió, ignorándolo.
Después de servir a todos los demás, pasó a su lado con el aliento humeante, exhalando el sabroso aroma. Y cuando terminó su tarea, regresó a la cocina. En ese momento no hubo ruido. Todos miraron, discretamente, para ver su reacción.
Para sorpresa de sus amigos, el hombre cortésmente llamó a la camarera que se volvió impaciente y le dijo: «¿Qué quieres?» A lo que él, por supuesto, respondió: Señora no me sirvió la sopa. Y ella, para provocarlo, respondió: ¡Sí, señor! Luego miró a la camarera y luego miró el plato vacío y limpio, luciendo pensativo por un momento …
Todos apostaron a que ahora pelearía … Suspenso y silencio total. Pero el hombre una vez más sorprendió a todos, reflexionando en voz baja: Sí, lo hiciste, ¡pero acepto un poco más!
MORAL DE HISTORIA: La mayoría de las veces, no importa quién tenga razón. La clave es evitar discusiones estresantes e improductivas. Muchas disputas surgen motivadas por cosas insignificantes, que se intensifican y se encienden con el calor de la discusión. Piénselo: la persona que se irrita huele el aire tóxico afuera y se envenena a sí mismo.
Una lección de vida inolvidable
¡Te di mi vida! Sonreímos juntos, hablamos sin tiempo, caminamos juntos por el mismo camino. ¡Y al final me engañaste! Fuiste cruel conmigo
¡Esto no es amistad, es mentira! Aprendí por las malas que las personas no siempre son lo que pensamos. ¡Nunca te olvidaré por las peores razones desafortunadamente!
La envidia es una lección de vida
¡Aprendí mucho de la envidia! No es mío, porque afortunadamente solo conozco el orgullo de los demás, sino los falsos amigos que se han cruzado conmigo a lo largo de mi vida.
Es triste; Es muy triste confiar y perder esa confianza algún día. Es solo que en cada tipo de relación terminas entregándote. Y ahí es donde realmente conoces a las personas que están a tu lado.
Pero todas las personas que cometieron errores conmigo terminaron enseñando algo muy importante: no debemos renunciar a ser felices y nunca podemos desperdiciar la oportunidad de arriesgarnos a conocer a alguien. ¡Que alguien puede ser diferente, puede ser una mejor persona!
Una lección de vida para compañeros de trabajo
En la vida, todo tiene un principio y un final. Y mi pasaje aquí terminará pronto, pero el sentimiento que me une contigo no terminará ahora.
Eras los mejores compañeros de trabajo que he conocido en mi vida. Fueron serviciales, considerados e inmensamente humanos. Es muy bueno compartir las horas de trabajo con personas así.
Es por eso que agradezco a cada uno de ustedes por todos los momentos de compromiso, dedicación y amistad. Siempre estarán en mi memoria y corazón. ¡Hasta pronto!
Aprendamos la Lección de la Vida
¡Bienvenidos, ávidos estudiantes! Espero que todos estén enérgicos en el momento adecuado para que juntos podamos comprender todo lo que es realmente importante. ¡Y para nosotros compartir piezas de quienes somos, porque solo entonces crecemos, evolucionamos!
Cuenta conmigo para todo lo que necesites y nunca olvides que todos tenemos un papel en el aula. ¡Tú y yo somos iguales!.