Cuando Todo Parecía Perdido… Dios Tenía un Plan

Hubo un tiempo en mi vida en que sentí que todo se desmoronaba. Las puertas se cerraban una tras otra, las noticias eran malas, y mi corazón se llenaba de preguntas. ¿Dónde estás, Señor? ¿Por qué permites esto? ¿Por qué a mí?

Perdí mi empleo de forma inesperada. Las cuentas se acumulaban y la preocupación se volvió mi compañera constante. Me despertaba en la madrugada con el pecho oprimido, y aunque oraba, sentía que el cielo guardaba silencio.

Recuerdo una tarde en particular. Estaba sentado en el parque, viendo a las personas pasar. Llevaba días buscando trabajo sin éxito. Me sentía invisible, olvidado, derrotado. En ese momento, una anciana se sentó a mi lado. Me miró, sonrió y dijo:
—No sé por qué, pero siento decirte que Dios no ha terminado contigo. Él tiene un plan.

Me quedé mudo. Esa mujer no me conocía, no sabía nada de mí. Pero sus palabras fueron como un rayo de luz en mi oscuridad. Esa noche, en lugar de pedir, le agradecí a Dios por lo que aún no veía. Le di gracias por el plan que todavía estaba escondido para mí.

Semanas después, recibí una llamada inesperada. Un conocido me recomendó para un trabajo que jamás habría imaginado. No solo era mejor que el anterior, sino que me permitió ayudar a otros, crecer como persona y acercarme más a Dios. Comprendí que si no hubiera perdido lo que tenía, jamás habría recibido lo que Él quería darme.

Un versículo para el corazón

Parafraseando Romanos 8:28:
«Sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para bien de los que lo aman, de los que han sido llamados conforme a su propósito.»

Reflexión final

A veces, Dios permite que ciertas cosas se derrumben no para destruirnos, sino para reconstruirnos con bases más firmes. No siempre entenderás el proceso, pero puedes confiar en el propósito. Él no improvisa. Incluso cuando todo parezca perdido… Dios ya tiene un plan.

Confía. Él sigue escribiendo tu historia.

 

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